Los incógnitos
la lectura abstrae
libros en la panza del caballo
título
los incógnitos en el federal
fotografía de Lino Rossi
Los incógnitos según David Pérez Vega
una crítica de Los incógnitos con L mayúscula
por suerte hay quien lee y hay quien comenta lo que lee, aquí un comentario de mi novela en este blog, con L mayúscula: http://conlmayuscula.blogspot.com/2011/12/los-incognitos-carlos-ardohain.html
Una reseña de Los incógnitos en estado crítico
recién me llegó un mail del editor con el link de una reseña de mi novela, feliz (que no idiota)
http://criticoestado.blogspot.com/2011/11/feliz-que-no-idiota.html
leyendo Los incógnitos
la apuesta del día (ayer) en Zona de Obras
para leer lo que no se lee: http://www.zonadeobras.com/actualidad/Carlos-Ardohain-Los-incognitos/22747
una crítica de Los incógnitos en la patrulla de salvación
Los incógnitos
Alguien, un optimista, claro, dijo que la Literatura nos salva de la muerte. Muy bonito, pero como diría aquel otro: "De grandes bibliotecas están las sepulturas llenas". Lo que sí podemos sin reparo alguno asegurarles es que la Ficción, ese imaginar que a alguien le pasa algo, puede resucitar a los muertos. Recuerden que sin tener que recurrir a zombis ni vampiros ya sir Arthur Conan Doyle devolvió la vida -por necesidades del guión- al inolvidable Sherlock Holmes sin que la verdad ni la verosimilitud ni los altares literarios se derrumbaran. Si la fe, que al fin y al cabo es una clase peculiar de terremoto, mueve montañas, la Ficción mueve destinos y tiene poder sobre el azar y la necesidad, sobre lo imposible y lo improbable.
Una novela ágil, amarga, divertida e inteligente, es la historia de la inolvidable amistad entre X (Equis) e Y (Igriega), publicistas de poca monta, escritores frustradillos y aparentemente medio resignados a morir de rutina y mediocridad, que un buen día deciden dejarse llevar por la ficción y montar una agencia de detectives privados, es decir, deciden dejar que sus vidas se viertan en pura novelería. Y en efecto: encontrarán el riesgo y la aventura, el amor y la lujuria, la excitación y el olvido. Y cuando la muerte en plan novela negra salga a su encuentro, será la Ficción, la última Fe que les queda, la que se atreva a redimirlos y rescatarlos negándose a aceptar un destino absurdo e inaceptable. Lector: levántate y anda. Quien tenga Ficción no morirá para siempre.
Próximamente: Los incógnitos
Esta novela es una novela afable, cálida, inteligente, acogedora y cordial en la que no
faltan unas gotas de refinada amargura. La historia inolvidable de dos amigos que viven sin
queja un transcurrir mediocre, una felicidad mediocre y una soledad prosaica y rutinaria
hasta que un día se les ocurre, más por aburrimiento que por vocación, convertirse en
detectives privados fuera de sus horarios de trabajo. Y así de pronto todo a su alrededor
parece ponerse en movimiento y lo inesperado hace acto de presencia: la emoción de
perseguir a un sospechoso, el azar de la pasión y el adulterio, la ocasión de calmar el deseo
ya casi olvidado de escribir, la absurda tarea de buscar La Verdad para la que un antiguo y
popular cantante los contrata, la inquietud del peligro que acecha y amenaza Pero también
la muerte, un viento traicionero, que sale a su encuentro, pero no importa: la fuerza de
la ficción es más fuerte que la muerte y la ficción mueve montañas, quien cree en ella
resucitará de entre la muerte y vivirá eternamente por los libros de los libros, amén.
Una ecuación narrativa en la que uno de los protagonistas se llama X (Equis), el otro Y
(Igriega) y en la que no faltan ni un Fausto ni una Margarita o una Tamara que echa las
cartas del Tarot. Una novela llena de incógnitas escrita desde unas coordenadas narrativas
sorprendentes. Una novela inesperada.