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tancarloscomoyo

el mensajero

 

Pasó por el laberinto, recorrió el caracol, golpeó los huecesillos con el martillo, se arrastró por el conducto y salió por el orificio de la oreja el gusano feliz, traía mensajes secretos de la corteza cerebral, dejó rastros de su paso de baba a lo largo de las circunvoluciones. No se sentía capaz de dividirse en dos y volver a juntar la cabeza con la cola, de modo que buscó la boca para hablar con alguien, bajó por la mejilla en diagonal y alcanzó los labios por la comisura. El cosquilleo repentino provocó un movimiento reflejo y brusco, la boca se torció un poco y de un certero mordisco le arrancó la cabeza al molesto visitante. La cara del gusano tuvo un gesto imposible que duró un segundo: una tonta sonrisa la adornaba mientras en sus ojos abiertos la sorpresa congeló el instante. El cilindro inerte cayó al piso chorreando un espeso líquido amarillento por uno de sus extremos.

 

1 comentario

Violetismo -

wow