sí, sí, yita
He puesto mi sillita para pensar
encima de un montículo de basura
desde aquí se ven pasar chanchos
volando y soberanas vacas
pastando en las nubes de humo tóxico
a las doce de la noche empieza a sonar
el himno nacional y me surge
un pensamiento marcial: la patria
es la excusa para consumir carne humana
más tarde hice otra reflexión:
la rueda del infortunio gira
al revés que el agua de los remolinos
mi sillita tiene cuatro patas
pero permite solamente
dos pensamientos por noche
de modo que bajo del montículo
bajo las cortinas cierro los párpados
y me dispongo a dormir.
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