estío
Con una temperatura tan alta como ésta
todo se descompone demasiado rápido
incluso las palabras proferidas
comienzan a oler mal antes de llegar a destino
son como morder una cáscara sabiendo
que ningún jugo saldrá y aún así pensamos
en el agua como si estuviéramos en ella
nos creemos más livianos que el aire
pensamos que podemos cambiar las cargas
eléctricas de las nubes y caer a tierra
como una bendición, como algo anhelado
pero todo se reduce a motas de polvo, partículas
de materia seca por las que ni el pensamiento
ni el deseo pueden fluir porque apenas hay
un hombre solo una mujer sola una luz asesina
que los recorta y los reduce a meras figuras
que adornan el vacío de la ciudad en verano.
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