marepsia
La vez que el pescado me habló
en las rocas de la escollera
de las bondades de la humedad
el mal humor de los hipocampos
la intransigencia de las ballenas
de cosas que se encuentran
en la concha de los caracoles muertos
yo estaba tan apurado que lo interrumpí
sin embargo llegué tarde y ella se había ido
entonces volví a la escollera y el pescado
no estaba, llamé a mis amigos
para contarles, pero los teléfonos
sonaban y sonaban en habitaciones vacías.
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