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tancarloscomoyo

poema sin nombre

 

Como los presos

como los caballos maltratados

como los olvidados

los dejados de la mano de dios

seres ajenos a la existencia

ajenos incluso a la ajenidad

como los exiliados

como los peces fuera del agua

(como si verlos boquear desesperados

fuera el secreto propósito

del pescador)

como vos y como yo

cuando no estamos juntos

y nada nos parece real

ni necesario

para nosotros

cuando no somos nosotros.

 

laberinto de una sola línea (variación 2)

 

Conocedor de la personalidad de su víctima —respetuosa a ultranza de leyes, normas y reglamentos—, el asesino dedicó toda una noche a cambiar señales de tránsito y dirección, nombres de calles y números, y alteró de este modo la topografía y la circulación de una parte de la ciudad.

Al día siguiente, la víctima asumió las novedades como una mejora en la cosa pública y, al seguir las señales que lo llevarían al trabajo, desembocó con su automóvil en un precipicio homicida, aunque lógico.

 

laberinto de una sola línea (variación 1)

 

Quizá en los breves instantes en que se precipitaba en el vacío, pudo intuir la fatigosa tarea del asesino que había cambiado todas las señales de tránsito y dirección, todos los nombres de las calles y la numeración del camino que él hacía todos los días en su automóvil para llegar al trabajo.

Ese día, cuando notó los cambios y empezó a seguir el nuevo trayecto, su respeto inclaudicable de normas y reglamentos le sugirió que las novedades serían una mejora en la cosa pública. Solo advirtió la trampa cuando desembocó en el precipicio homicida.

 

laberinto de una sola línea

 

Notó los cambios, sí;  pero su respeto inclaudicable hacia normas y reglamentos lo había llevado a pensar que las novedades serían una mejora en la cosa pública.

Alguien había cambiado señales de tránsito y de dirección, nombres de calles y la numeración de ese camino que todas las madrugadas recorría en automóvil para llegar al trabajo. Solo advirtió la trampa al desembocar en el precipicio fatal; y seguramente fue entonces, en los breves instantes en que caía hacia la muerte, cuando pudo intuir la fatigosa tarea de su asesino.

 

 

 

en el principio

 

Es hora de enmendar un error. No era barro el material que usó el creador para modelar al primer hombre. Era mierda, que fragua mejor. Tuvo que elegir primero de qué animal sería. No podía ser estiércol de pájaro porque necesitaba armar un modelo grande. Lo trabajaría como si fuera arcilla, pero usó bosta de gliptodonte fresca, o, mejor es decir, reciente. La fue ablandando con su propia saliva a medida que se concentraba en los detalles que, sabemos, son su debilidad. Podía haberlo hecho mejor, pero llegado un punto consideró que estaba listo. La evolución haría el resto; completaría, con sus necesidades de adaptación al medio, la tarea.

Al principio lo seguían las moscas a todos lados donde iba. Pero con el tiempo su sudor fue perdiendo fetidez, su metabolismo fue cambiando y disminuyeron notoriamente los pelos que tenía en el cuerpo.

Descubrió pigmentos con los que podía adornar las paredes de su caverna. Primero estampó sus manos, después dibujó los animales que deseaba comerse. Los mismos a los que les había dado nombre.

A la luz del fuego se inquietaba con las sombras que proyectaba su propio cuerpo. Pero pronto tuvo una compañera, una hembra de su especie que olía parecido pero diferente. Y esa diferencia en el olor lo atraía. Nunca más durmió solo y dejó de temer a las sombras. Ahora tenía miedo de no verla. Cuando volvía con una presa se la entregaba como un regalo o una ofrenda. Más tarde la comían juntos antes de unirse en el suelo.

Después algo pasó. El creador se disgustó con ellos, los maldijo y los echó de aquella tierra. Debieron empezar una nueva vida (una vida de padecimientos y dolor, les dijo Él que tendrían a partir de ese momento). Sin embargo, a pesar de todo, podríamos decir que fueron felices. Tuvieron hijos, trabajaron duro, estuvieron juntos hasta la muerte.

La historia denominó pecado original a aquel malentendido. Yo creo que fueron celos.

 

amanece

 

Amanece. La cara este de los edificios refulge como si estuviera fabricando el día. No hay palabras. Mentira, sí hay, pero las palabras se sientan a contemplar la belleza y se niegan a trabajar. El aire espeso del puerto se diafaniza a medida que avanza la luz. Todo es tan fugaz y tan eterno. Oro y olor a vida. Hora del ojo emocionado. No hables, mirá.

 

 

aire

 

El aire repentinamente limpio

¿diáfano?

perdió la densidad brumosa

que me permitía, mientras

estiraba la mirada hacia los puentes de La Boca,

vislumbrar tu imagen en alguna vibración

grisácea de la atmósfera del suburbio.

 

Supongo que es inevitable sufrir

los daños colaterales de la lluvia

 

(de) construcción

 

Argamasa blanda

por la que podría pasar una mosca

si se esforzara, nadando con sus alas

aunque claro, después no podría volar

una argamasa así permite que las paredes

resistan los embates del desamor

incluso del odio, pero sin embargo

la soledad la deja impávida

irresoluta inconmovible

casi en el mismo estado

en el que me dejaste

cuando dijiste que me dejabas

congelado

detenido en el tiempo

como una mosca

que no puede volar

por haber atravesado

argamasa blanda

creyéndose única

 

 

año nuevo chino

 

Una cabra que se llame magia

y que viva en una casa que no sea una casa

en un lugar que no sea un lugar

puede ser una piedra

y en esa piedra puede estar su casa

y también estar el mundo todo el mundo

y a la vez no estar

 

Una cabra que dure un año mil años un segundo

 

El corazón del hombre también puede ser una piedra

en la que habite todo el mundo

pero solo en la superficie

 

Ahora recuerdo

que en el medio del camino había una piedra

y vino una cabra y se la comió

 

sin título

 

Debajo de las medias

de seda

hay poros hambrientos

queriendo respirar

sudores ajenos

debajo de los hábitos

malsanos de la costumbre

hay ácidos grasos

esperando su turno

para salirse de madre

debajo de mí

esta noche no hay nadie

esperando mi derrame.

Lo mejor es no esperar

nada

nunca.

 

Aquí se anunciaban los once del patíbulo

 

Cuando todo era víspera, aunque quizá ya hubiera decisiones tomadas:

http://www.todoliteratura.es/noticia/7677/

 


Premio Herralde de Novela 2014

Premio Herralde de Novela 2014

 

Feliz y orgulloso de que mi novela, Bonarda López, haya llegado a la final del Premio Herralde de Novela 2014

si la luz...

 

 

Si la luz supiera hacer silencio

en la desnudez del mediodía

si las huellas olvidadas en el barro

no resignaran su vacío al recuerdo

si la forma del vértigo no esperara

la caída, eternamente la caída

la piel del tiempo sería apenas una caricia

una constelación de susurros

esparcidos en la noche

que mora debajo de mis párpados

 

 

escaramuza

 

escaramuza:

en este peldaño del tiempo

en este hiato nodal

todo está por comenzar

súbitamente

 

la la la

 

 

Espalda contra espalda bailan

las mellizas Semiotis y Semantis

giran con los ojos cerrados

alrededor del fuego que se extingue

el último fuego de la lengua

en el que la milenaria madre textual

trata de calentar su vagina reseca

mientras piensa con una triste sonrisa

por qué sus hijas tendrán los ojos cerrados

si son ciegas de nacimiento

 

 

astrono mía

 

Hoy la luna tiene la forma

de una uña cortada en el dedo de dios

el dedo que señala al hombre

a ese hombre que soy yo

 

el cuaderno 55

el cuaderno 55

 

edición 55 del Cuaderno con Dossier dedicado a América Latina, incluye un cuento mío titulado Una historia menor

intercuerpos

 

Algunos poemas míos publicados en intercuerpos, el estupendo blog de Catalina Boccardo

 

terminal

 

Por este pasillo

pasan los que se van

incesantemente

Por este pasillo

andan los espectros

que olvidó la muerte

En este pasillo

estoy esperando

las luces del día

para cerrar los ojos

 

 

Los incógnitos en el purgatorio

 

Resumen de lecturas 2010-2013 en La medicina de Tongoy